Con inmensa satisfacción iniciamos para los amantes del boxeo
olímpico la edición de una serie de
escritos, del gran y recordado amigo Rolando Crespo Rodríguez a través del Blog
Astros del Deporte.
Con Rolando tuvimos
el honor de compartir y aportar muchos trabajos periodísticos en defensa y desarrollo de este noble deporte,
en la Revista Boxeo Amateur, durante la
década de los noventa. Revista ésta de gran
recordación para los amantes del boxeo, según manifestara el astro cubano de la
pluma en sus últimos momentos terrenales.
Estos trabajos de gran valoración histórico del boxeo cubano recogen anécdotas y comentarios
que se prestan para el reconocimiento de los técnicos, dirigentes y boxeadores cubanos
que contribuyeron y aún contribuyen con el desarrollo del boxeo en América y el mundo.
Esperamos que la
familia y los amantes del boxeo en general disfruten estos escritos como un
tributo a uno de los grandes: Don Rolando
Crespo Rodríguez.
Iniciamos esta serie de escritos con un grande no solo por
su estatura física sino por la gloría brindada a Cuba y a nuestra América, el boxeador
histórico como lo bautizara Rolando: Félix
Savón.
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Temas del pugilismo desde Cuba
FÉLIX SAVÓN, EL BOXEADOR
HISTORIA
Por Rolando Crespo Rodríguez
Uno de los tres campeones en tres Juegos Olímpicos. |
Un año después de haber comenzado a tirar sus primeros golpes, con 14
años y de mano del entrenador que lo descubrió Hugo Fernández, conquistó su
primera medalla de oro en los 71 kilos en los Juegos Escolares por Edades de
1981.
Posteriormente, en 1982, también se proclamó campeón en la Copa Telerebelde cuando en la
Arena “Henry García” de Holguín en la región oriental del País y ante el
asombro de todos le propinó un sensacional fuera de combate en la final al más
avezado púgil camagüeyano Ramón Batista, quien en 1983 obtuvo el título en el
segundo Campeonato Mundial efectuado en Santo domingo, República Dominicana.
Había nacido en San Vicente, un pequeño y apartado lugar de la
provincia cubana de Guantánamo, el 23 de septiembre de 1967, quien en
definitiva se convertiría para el boxeo nacional y mundial en el fenómeno Félix
Savón Fabré.
Luego de sus triunfos en los
Juegos Escolares, Pedro Roque uno de los más capacitados entrenadores
nacionales en este deporte y preparador de los grandes campeones de la Isla en
su etapa juvenil lo entrenó durante cinco años hasta llevarlo al podio principal
mundialista en el certamen realizado en
Budapest, Rumanía, en 1985, lo cual le
abrió las puertas de la selección nacional de mayores.
Una vez instalado en el centro de entrenamiento “Olbeín Quesada”, en el
Wajai se encargó de su entrenamiento el excelente
cubano, el de mayores y más importantes resultados de todos los tiempos, el
Profesor Alcides Sagarra y el sabio técnico lo entrenó y dirigió en toda su
brillante carrera, guiándolo
certeramente a la fama y la gloria.
Sabón se propuso convertirse en un consistentemente y en un gran campeón logrando sus objetivos.
Desarrolló una trayectoria pletórica de triunfos y derrotó a casi todos los pesos completos (91 kilos)
del mundo. Su presencia en el ring era sinónimo de victoria y su bregar por este
deporte constituyó un rosario de éxitos.
Como ningún otro peleador de la historia acumuló medallas de oro en competencias oficiales calendarizadas por
la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA), entendiéndose bien, competencias oficiales, porque en las
denominadas por invitación, muchas de ellas de gran calibre, también acumuló un
número de medallas doradas realmente
impresionante.
Considero que ese número de títulos es casi imposible que otro boxeador pueda igualarlos
o superarlos.
Savón un coloso del ring. |
Después de su victoria en el Mundial Juvenil de Budapest, Rumanía en
1985, Sabón conquistó seis en Campeonato Mundiales de Mayores, cuatro en Copas
del Mundo, tres en Juegos Panamericanos,
cuatro en Juegos Centroamericanos y del Caribe y tres en Juegos Olímpicos.
Con los tres alcanzados en la cita de los cinco aros igualó la hazaña
que solamente otros dos gloriosos
peleadores han logrado en más de un siglo de boxeo en el magno evento del
deporte: el legendario húngaro Lazslo Papp
y el astro cubano Teófilo Stevenson,
Recuerdo siempre que en Berlín, Alemania, en mayo de 1995 para el
espectacular guantanamero el octavo Campeonato
Mundial resultó otro escenario idóneo a sus grandes dotes de gladiador
nato y brilló con la misma estrella que lo acompañó en clásicos del orbe en
Reno, Estados unidos, en 1986.
Había derrotado en la final por RSC en el segundo asalto al germano
Luan Urasniki y en la premiación subió a lo más alto del podio. Allí le
entregaron la Copa Reynard Russel como el más destacado del torneo y la medalla
de oro como campeón del mundo. Cuando finalizaron de escucharse las notas de
nuestro glorioso himno nacional que cerraron la entrega de honores me brotaron
emocionado estas palabras: realmente durante toda su carrera fue un atleta
ejemplar, un coloso, un boxeador extraordinario y lo califiqué justamente y
para siempre con esta frase: Félix Savón es el boxeador historia…